Todo esto ha motivado que nos lleguen máquinas de segunda mano para reparar que consideramos que han estado una mala inversión (aunque el consumido creía haber encontrado una ganga)
Antes de hacer una compra de segunda mano hemos de tener en cuenta una serie de factores:
- ¿Cuanto vale el mismo producto que queremos comprar nuevo?
- ¿Que valores añadidos tiene el producto nuevo? Garantía, instalación...
- ¿Qué gastos extra debemos añadir al producto de segunda mano? Ir a buscarlo, hacerle una revisión o llevarlo a reparar, instalacion, consumibles que pudieran ir incluídos cuando era nuevo...
- ¿Tendré servicio técnico cerca? Si la marca no es habitual en la zona del comprador, cada vez que se tenga que reparar se generarán unos gastos añadidos (bien en portes añadidos en los recambios o bien en desplazamientos de técnicos) y molestias (mayor tiempo de parada de la máquina averiada). Este punto es especialmente importante cuando el negocio puede depender de esa máquina.
- ¿Funciona? Que el vendedor nos diga que la máquina funcionaba cuando se desconectó no es ninguna garantía. Hay averías que se producen por falta de actividad. Otras son indetectables sin desmontar (acumulacions de cal...)
Sin la respuesta a todas estas preguntas no sabremos si estamos haciendo una buena compra.
No hay una norma para establecer el precio de un producto de segunda mano, ya que depende de las ganas de vender y de comprar, pero al menos hemos de ser capaces de valorar si nos conviene más una opción o la otra.
Como ejemplo os dejamos la foto de una sierra comprada por un cliente nuestro en la zona de Barcelona. Pagó 500€, más unos 100 que se gastó en irla a buscar... Y a ello se le habría de sumar nuestra reparación y un juego de sierras nuevas, si no fuera porque nos encontramos con que el fabricante ya no sirve muchos de los recambios de la máquina y no se podía reparar con garantías.
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