Generalmente, se tiene muy en cuenta que durante una tormenta es bueno desconectar los aparatos electrónicos de la luz, pero poca gente tiene en cuenta a las neveras.
Últimamente, debido a la inestabilidad del tiempo, nos hemos encontrado con muchos compresores de nevera estropeados y creemos que es bueno recordar desde aquí que una simple acción nos puede ahorrar mucho dinero. Conviene saber como una tormenta puede afectar radicalmente el buen funcionamiento de los equipos.
Los compresores de frío son motores eléctricos que mueven una biela y un pistón que impulsan el gas y el aceite a través de circuito. En la mayor parte de equipos, se trata de pequeños compresores herméticos (van soldados y no se desmontan) que cuando se estropean hay que sustituirlos. Las fluctuaciones del subministro eléctrico (como las subidas y bajadas de tensión o las tensiones bajas prolongadas) pueden provocar que se clave el pistón o que se caliente el motor y se fundan los aislantes.
Sea como sea, es bueno, cuando sepamos que habrá tormenta, que desconectemos las neveras y que tengamos las puertas bien cerradas para mantener el frío. Siempre hay que vigilar que los productos que tengamos en las neveras no se estropeen.
Los aparatos electrónicos incorporan sistemas que evitan muchas averías, pero es bueno desconectarlos igual, ya que no son infalibles. De la misma forma, los termostatos electrónicos también pueden proteger a las neveras retardando el arranque en caso de corte eléctrico, pero no es suficiente y es buena costumbre desconectar todas las neveras durante una tormenta.
Como complemento para proteger los compresores, recordamos la importancia de limpiar los condensadores en este enlace
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