Consejos para ahorrar (9): consumo de aceite


Si queremos alargar la vida del aceite para reducir gastos debemos saber por qué se corrompe.

Los aceites están formados por tres componentes enlazados de distintas formas, el carbonio, el hidrogeno y el oxigeno. Cuando un aceite se calienta de forma prolongada, el hidrógeno se separa de los enlaces y se va del aceite. Ese espacio es ocupado por otros componentes, generando reacciones de descomposición.

Básicamente hay tres formas de que un aceite deje de ser comestible...

Peroxidación

El oxigeno toma el lugar del hidrógeno. El aceite con hidrógenos libres, cuando se calienta a temperaturas elevadas (190ºC) forma enlaces que oxidan el aceite, que se vuelve más oscuro y con una textura más viscosa. El resultado es un producto tóxico que nos puede generar malestar estomacal.

Hidrólisis

Es la reacción del agua con otra sustancia. En este caso, el agua con el aceite calentado de forma prolongada provoca que los radicales grasos (un componente del aceite) se eliminen y el agua tome el lugar de estas moléculas. O sea, que tenemos agua en la estructura molecular del aceite que genera una serie de reacciones, tomando un sabor desagradable, agrio.

Microorganismos

Las bacterias y los hongos hacen de las suyas en el interior del aceite, cuando quedan hidrógenos libres ocupan su lugar y empiezan a degradar el aceite. Esto provoca un olor muy fuerte y desagradable, provocado por distintos componentes, com la acroleína.

Estas tres causas son las responsables de deteriorar el aceite, y limpieza insuficiente provocará la descomposición. Los productos que queden en el aceite, como restos de patata, harán una hidrólisis del producto que liberará oxígeno del agua al ambiente que se mezclará con el aire que retornará al aceite dando la facilidad de un entorno con oxígeno para que en él actúen los microorganismos.


Consejos

Si queréis ahorrar en aceite y mantenerlo sano, se deben seguir las siguientes normas:
     - trabajar a temperaturas adecuadas: no superar los 180ºC
     - utilizar máquinas fiables, con una relación adecuada de KW / litro de aceite y una superficie de contacto del elemento calentador lo más grande posible.
     - eliminar el agua del aceite diariamente: lo podemos hacer mediante el grifo de la freidora cuando el aceite ha bajado de temperatura. Cuando abramos saldrá primero el agua, cuando empiece a salir aceite ya podemos pasar al siguiente paso.
     - filtrar los residuos: debemos utilizar, como mínimo, un colador, aunque tenemos disponibles filtros más eficaces que alargan aún más la vida y calidad del aceite.

Recordad que no podemos descartar los productos que contienen aceite por el desagüe. Para deshacernos del agua, debemos utilizar un separador de grasas,


Separador de grasas

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