Consejos de compra (15): ¿Freidoras con o sin agua?



Los fritos están profundamente arraigados en nuestra cultura y por desgracia tienen muy mala fama. Para conseguir una buena calidad de fritura necesitamos, a la fuerza, una buena freidora. Ya hemos hablado alguna vez en el blog sobre la importancia de tener suficiente potencia y de cómo la controlamos (tanto el intercambio de temperatura como su control, lo explicàbamos en este enlace)

Ahora nos queremos centrar en el mecanismo que tienen algunas freidoras para conseguir una fritura más limpia y de mejor calidad. Si están bien construidas tendrán una zona fría donde irán a parar los residuos y no podrán subir de nuevo por la convección. Esta zona fría se puede mejorar con una zona de agua, que no se mezcla con el aceite. Esta reserva de agua evita en gran parte que se mezclen los sabores y mejora la calidad de la fritura. Otra ventaja es que permite alargar levemente la vida útil del aceite (podéis ver el artículo que publicamos sobre la degradación del aceite en este enlace)

Las desventajas son, principalmente, el precio (tanto en la compra como en el mantenimiento, ya que llevan un visor de cristal) y la higiene. Es muy importante cambiar el agua, si puede ser, diariamente, ya que se puede corromper o reaccionar con el aceite. De todas formas, también debemos hacer un mantenimiento diario en una freidora sin agua, debemos filtrar el aceite y quitarle todas las impurezas. Esto se puede hacer con un simple colador o se puede mejorar el resultado con un sistema de filtro como el de Vito (lo explicábamos en este enlace).

Si estás valorando la compra de una freidora y no tienes claro la que te conviene, confía en Màquines d'Hostaleria Ramírez SL, te aconsejaremos la mejor opción en función del uso, el espacio y el presupuesto.

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